Tiempo o dinero. ¿Qué eliges?

No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto. -Albert Einstein-




El tiempo es el bien más valioso que tenemos. La elección de tener más horas para ti o más dinero dependerá de cuanto valores tu tiempo. Ganar más trabajando más horas o disponer de más tiempo libre ganando menos. La elección.

El disponer de más tiempo para ti no es cuestión solo de horarios. Mejorando tu productividad y eficiencia, y eligiendo bien en qué quieres gastar tu tiempo podrás disponer de ese tiempo libre que tanto deseas. Es más fácil de lo que parece. Sólo tienes que tener voluntad para cambiar

Cuando haces horas extras en el trabajo, ¿qué prefieres? ¿cobrarlas en dinero o recibir el tiempo correspondiente libre? Obviamente la elección dependerá de cuanto te haga falta el dinero pero a no ser que realmente tu vida dependa de ello elegir más tiempo libre te hará más feliz.

Un estudio de la Universidad British Columbia pone de manifiesto que quienes prefieren el tiempo al dinero gozan de mayores niveles de felicidad. 

Mi experiencia me dice que es totalmente cierto. En general, no se es lo suficientemente consciente de lo mucho que importa el tiempo libre. Ese tiempo para pasar con tu hijo o para ir a hacer deporte. Lo que tenemos hijos sabemos que ese tiempo parece acortarse y en vez de 24, el día solo tenga 2 o 3 horas, pero si las sabes gestionar adecuadamente pueden llegar a ser muy productivas –por productivas no quiere decir que tengas que hacer algo con ellas, pueden ser para descansar-. 

Tienes que ser consciente en qué gastas tu tiempo y sobre todo, cómo lo gastas. Quejarse no vale, haz algo por ti, no digas no tengo tiempo, reajusta tu vida, da más valor a lo que más te importa y dedica el tiempo suficiente a hacerlo. 

Una de las cuestiones que más se repiten en las quejas de muchas personas es que no tienen tiempo para hacer nada. Ejecutivos con jornadas infinitas, horarios partidos, autónomos que trabajan 24 horas, horas extras y otro tipos de horarios hacen que no dispongan del tiempo necesario para dedicarlo a su familia o a sus aficiones o simplemente a descansar. No es problema del horario, es tu problema y de cómo quieras afrontarlo.

Carlos, ¿cómo reajusto mi vida si no tengo tiempo para nada?

Evalúa tu trabajo. Monitoriza cuanto tiempo le dedicas y cuánto tiempo te dedicas a ti o a tu familia. Establece prioridades. A la hora de un ascenso o posible cambio de trabajo puede llevarte a tomar una decisión u otra. Si va a conllevar más dinero pero menos tiempo libre, por lo menos, piénsalo.

Prioriza el tiempo al dinero. Si tienes la oportunidad de llegar a un acuerdo con tu empresa para que te den horas libres en compensación por alguna de tus horas extra, hazlo. Analiza si compensa el dinero que te pagan con tiempo para ti o tu familia. Un día libre puede llegar a ser más satisfactorio que su equivalente en dinero. 

Aprovecha los tiempos muertos. ¿No tienes tiempo para ir a clases de inglés?, aprovecha tu trayecto en coche para escuchar un podcast diario con clases de inglés. Sí, tienes tiempo, sólo tienes que aprovecharlo. ¿No tienes tiempo de leer?, antes de irte a dormir lee 15 o 20 minutos todos los días, cuando todos están dormidos. Cuando voy al médico o a algún sitio dónde sé que voy a tener que esperar, llevo un libro; es un hábito que hace tiempo que adquirí y me lleva a aprovechar ese lapso de tiempo.




La organización personal como fuente de tiempo libre

El quedarte más horas trabajando no significa que vayas a hacer más, ni mejor, significa que eres ineficiente. Si en ocho horas no puedes hacer el trabajo que te corresponde tienes un problema de eficiencia y debes mejorar tu productividad y establecer una nueva organización a tu trabajo. El quedarte día tras día a hacer más horas porque no llegas a terminar tus tareas denota un problema, en primer lugar tuyo y en segundo lugar de tu organización.

Parece que el que está más horas en la oficina es más productivo y mejor trabajador. Seguro que todavía quedan responsables que lo piensan así. En el momento actual esto está desfasado. En sociedades como las escandinavas en las que el sistema de educación y laboral, en mi opinión, está más avanzado, quién se queda después de su hora de finalizar la jornada denota una falta de organización y capacidad para realizar sus tareas.

Mejorando tu productividad podrás hacer lo que tienes que hacer en el tiempo que tú decidas hacerlo. Sí, en ocho o en cinco horas. Y esto me lleva a otra pregunta, ¿podrías ser igual de productivo si redujeran tu jornada de 8 a 5 horas al día? Si crees que no es posible lee lo que ocurrió cuando Stephan Aarstol hizo que sus empleados pasaran de trabajar 8 a trabajar 5 horas diarias. ‘What happened when i moved my company to a 5-hour work day’

El tiempo no tiene precio, es único, cada segundo que pasa no se recupera, por eso vale tanto. En el mundo tan frenético en el que nos movemos pensamos que no tenemos tiempo para nada pero en realidad haciendo unos pequeños cambios en nuestro modelo de vida podrás llegar a ser más feliz, estar más relajado y poder disfrutar de más tiempo. Pero no vale con leer este artículo, decirte a ti mismo, sí, debería hacer algo y seguir como si nada. 

Hazlo, pero hazlo de verdad, ahora. Deja de leer esto –aunque te pierdas la última parte -que es la mejor- y analiza donde quieres invertir tu tiempo. Yo lo tengo claro.

Para terminar, te dejo esta fábula que leí hace tiempo y que refleja a la perfección el propósito de este artículo.


Fábula


Hijo: “Papá, ¿puedo hacerte una pregunta?”

Padre: “Sí, claro, ¿qué es?”

Hijo: “Papá, ¿cuánto dinero ganas en una hora?” —dijo con ojos muy abiertos.

Su padre entre molesto y cansado, fue muy tajante en su respuesta.
“Eso no es asunto tuyo, ni tu madre lo sabe, ¿por qué me preguntas tal cosa?”
Hijo: “Sólo quiero saber, por favor dime, ¿cuánto ganas por una hora?”

El papá contrariado contestó con un simple: “100€ por hora”.

Hijo: “Oh” —El niño con tristeza agacha la cabeza hacia abajo...

“Papá, ¿puedo pedir prestado 50€?”


El padre se puso furioso: “Si la única razón por la que quieres saber lo que gano es para pedir prestado dinero para comprarte algún juguete tonto, entonces quédate en tu habitación, no salgas y piensa por qué estás siendo tan egoísta. Yo trabajo duro todos los días, como para lidiar con este comportamiento tan infantil”.

El niño en silencio cerró la puerta de su habitación. El hombre se sentó y comenzó incluso a ponerse más enojado acerca de la pregunta del pequeño. ¿Cómo se atreve a hacer tales preguntas sólo para obtener algo de dinero? Después de una hora o algo así, el hombre se calmó y comenzó a pensar: Tal vez había algo que realmente necesitaba comprar con esos 50€, después de todo, el niño no pedía dinero muy a menudo. Así pues, se acercó a la puerta de la habitación del niño y abrió la puerta.

Padre: “¿Estás dormido, hijo?”
Hijo: “No papá, estoy despierto". 
Padre: “He estado pensando, tal vez yo fui demasiado duro contigo. Ha sido un día largo y descargué mi frustración en ti. Aquí tienes los 50€ que me pediste…” 

El niño se irguió, sonriendo.
“Oh, gracias papá!” -susurró el niño mientras metía su manita debajo de la almohada y sacaba varias monedas.

Entonces, se levanta y agarra debajo de la almohada unas monedas y unos billetes arrugados. El hombre vio que el muchacho ya tenía dinero, empezó a enfadarse de nuevo. El niño contó despacio su dinero, y luego miró a su padre.

Papá: “¿Por qué quieres más dinero si ya tiene bastante?”
Hijo: “Porque yo no tenía suficiente, pero ahora sí.” –Contestó entusiasmado.
“Papá, ahora tengo 100€. ¿Puedo comprar una hora de tu tiempo? Por favor, mañana ven a casa temprano, me gustaría cenar contigo."

Un abrazo. 
Carlos.