Media Maratón de Huesca 2017

Qué mejor manera que volver al blog que con una nueva imagen y filosofía, y contándoos como me fue en mi cuarta media maratón. Esta vez tocó Huesca. 


No era lo previsto, ya que lo previsto era haber corrido Behobia - San Sebastián el fin de semana anterior pero por motivos personales no pudimos ir con lo que busqué una alternativa y además cerca de casa.

Tenía que aprovechar el entrenamiento que había realizado desde principios de verano y que mejor manera que intentar bajar mi tiempo en una media maratón que por otra parte me apetecía.

Siempre procuro marcarme algún reto u objetivo a corto-medio plazo para motivarme a entrenar y a hacer deporte y no caer en la procastinación. Que, aunque el deporte es un super-hábito fundamental  y necesario, que reporta innumerables beneficios, la tentación de quedarse en casa calentito en estos días de otoño e invierno donde el frío ya empieza a ser notable, es alta.

Por tanto, un pequeño objetivo, desafío o reto es el mejor antídoto para la procastinación.

Con mi entrenamiento y mis pequeñas molestias en el pie derecho allá que nos fuimos mi mujer, Noé y yo hacía Huesca en una mañana fría pero despejada. El viaje a Huesca es una anécdota y 45 minutos antes de la salida llegamos al estadio del Alcoraz que es donde se localizaba la salida y meta.

Además de la media maratón, también se disputaba el cuarto de maratón a la vez.

Recogido el dorsal y ya cambiado, decidí ir ligero de ropa porque aunque la temperatura no superaba los 3 grados en ese momento sabía que durante la carrera no la iba a necesitar. Acerté.

A las 10:03 se dio la salida a los 310 participantes de la media maratón y los 147 del cuarto de maratón. Tenía un primer objetivo de bajar de 1 hora y 50 minutos, sabía que lo podría hacer sin muchos problemas pero no creía que me iba a encontrar tan bien.

Decidí correr la primera mitad de la carrera en torno a los 50 minutos y comencé a ello. Salida muy rápida y primeros kilómetros por debajo de 4:40, demasiado rápido para lo que quería pero me encontraba cómodo. Decidí a partir del kílómetro 3 mantener el ritmo constante por debajo de los 5 minutos el kilómetro.

Fuimos atravesando la ciudad por el centro histórico y tras una subida muy tendida pero larga llegamos al avituallamiento del kilómetro 5. Muy buen ritmo  ­-pensé. 

Cogí fácilmente el botellín de agua y bebí. Como siempre, hay que beber en todos los avituallamientos aunque no tengas sed.

Mi primera intención de bajar de 50 minutos en el primer 10.000 cobraba fuerza y así continué en los siguientes 5 km que atravesaban de nuevo el centro de la ciudad con algún repecho corto que te corta el ritmo. 

Llegando al kilómetro 10 tomé mi prmer gel y ya en meta para empezar la segunda vuelta comencé a pensar que conseguir hacer una hora y 45 minutos era más que factible si no desfallecía antes y así se lo dije a mi mujer que me esperaba en meta animándome.

De ninguna manera podía pensar que me iba a encontrar tan bien y más con las ligeras molestias que había sentido días atrás y durante el calentamiento en el exterior del pie derecho que me tenían un poco ‘mosqueado’.

Comencé la segunda vuelta muy animado y manteniendo el ritmo en todo momento, iba a 4:54 y 4:55 min/km de media manteniendo el ritmo y con muy buenas sensaciones. Iba concentrado pero disfrutando. 

Del 13 al 14 comencé a notar un pequeño bajón de energía pero no bajé mucho el ritmo. 


Comencé de nuevo la subida que llega hasta el kilómtero 15 y cerca del avituallamiento me junté con tres más que llevábamos ritmos parecidos e hicimos la subida juntos. Otro gel para lo que quedaba, un poco de agua y a afrontar la bajada.

En ese momento me entró un subidón de moral y energía al ver que seguía manteniendo el tiempo y apreté un poco en la ligera bajada para poder ganar algo de tiempo para el repecho del centro de la ciudad y sobre todo para los metros finales.

La verdad es que había bastante gente animando por las calles lo que es de agradecer pese a la poco participación. 

Superé con bastante energía los siguientes kilómetros pero las piernas y el alma decían que estaban llegando al límite. Los tres últimos kilómetros se hicieron duros pero intenté apretar y para cuando me marcaba el GPS que completaba la media maratón, el tiempo que llevaba era de 1 hora y 45 minutos pero aún quedaban unos metros para llegar.

Los GPS siempre tienen desviaciones en cuanto a los metros recorridos pero tanta…

Me quedaba ese repecho traicionero del final junto a una bajada y otra mini cuesta en la que las piernas no daban más de sí. Crucé la meta en 1 hora 47 minutos y 5 segundos.


Más que contento. Mi mejor tiempo con mucha diferencia. El objetivo era menos ambicioso pero el entrenamiento que había hecho era para esto y así fue.

Recogí la camiseta y la bolsa de corredor y a casa con los deberes hechos y feliz.

Gran mañana de domingo, me gustó la carrera, el ambiente y mi rendimiento. Pero lo más importante es que disfruté, que es de lo que se trata.

think good.
live better.

Un abrazo. 
Carlos.