Busca tu motivación y ponle toda tu pasión



¿Estás motivado? ¿Te levantas por la mañana con ganas de comerte el mundo? 
Si la mayoría de los días no es así algo falla. Es normal que en ciertos momentos o épocas de la vida nos sintamos algo desmotivados, cansados o no nos sintamos bien pero esto forma parte de la misma y hay que aceptarlo como tal pero si esto nos ocurre constantemente algo no funciona.

En ese momento debes plantearte tus hábitos de vida y tus objetivos para volver a recargar esa energía. Debes buscar qué es lo que te motiva y dedicarle toda tu pasión.

A veces es difícil encontrar algo que nos motive, que nos haga continuar adelante pero todos y cada uno de nosotros tenemos algo que nos gusta y algo por lo que levantarnos cada mañana.

Cada día veo a más gente desmotivada, sin ganas de experimentar cosas nuevas, con miedo a cambiar algo que no le gusta...

Es importante tener unos objetivos bien definidos para cada área de tu vida tanto personal como laboral. Puede que no siempre sean los mismos, esos objetivos van cambiando a lo largo de la vida pero es importante que en cada momento los tengas bien definidos para poder enfocarte en ellos y en alcanzarlos estará tu motivación. 


Es muy importante revisarlos periódicamente. Esto es algo que muy pocas personas hacen realmente. Sí, muchos lo pensamos pero nadie lo hace. Pero ten en cuenta que la primera motivación es tu propia satisfacción personal.

Coge papel y lápiz. Anota cuáles son tus objetivos personales y laborales de aquí a 5 años. Después apunta:

- Cómo quieres ser/estar o sentirte de aquí a 5 años.
- Qué metas te gustaría cumplir.
- Cómo te gustaría que fuese tu vida dentro de 5 años.

Bien, esto son tus objetivos. Ya los tienes. Ahora hay que trabajar para conseguirlos. ¿Qué es lo primero que tienes que hacer para comenzar a cumplirlos?


Ten en cuenta que la satisfacción personal no la conseguirás cuando los cumplas, la mayor satisfacción la conseguirás durante el camino, ya que estás enfocado y con un objetivo. Estás motivado.

Ahora, haz otra lista con tus objetivos para lo que quede de este año. Define qué quieres conseguir este año que te acerque un poquito más a tus objetivos.

Por ejemplo: dentro de 5 años me gustaría haber acabado la carrera o tenerla muy avanzada. Pues el objetivo para este año es estudiar al máximo posible el primer curso y centrarme sólo en eso. Debes poner toda tu pasión en estudiar ese primer curso.

Es muy importante ponerte pequeñas metas para poder seguir con la motivación suficiente pero sin perder de vista el objetivo.

Imagínate que quieres correr un maratón, estás en la línea de salida y piensas <<buf, 42 kilómetros…no voy a poder, es demasiado para mi…..>> en este caso hay que engañar a la mente, fracciona tu objetivo en pequeños retos que sean conseguibles, por ejemplo, 5 kilómetros. 


Céntrate en los primeros 5 kilómetros y sólo esos cinco. Una vez que llegues allí, céntrate en los otros cinco siguientes y así sucesivamente. Estás consiguiendo tu objetivo poco a poco, mediante retos más pequeños pero sin perder de vista tu gran objetivo final que es cruzar la línea de meta.

Esto mismo se puede aplicar al resto de objetivos vitales que nos marquemos. Si creéis que es un objetivo muy grande, divididlo en pequeños objetivos e id completándolos poco a poco.

Empieza hoy mismo, ¿Qué es lo que quieres cambiar o mejorar?. Anótalo y ponte en marcha. Te lo agradecerás dentro de 5 años.

Os dejo esta charla llamada el coeficiente de optimismo donde Emilio Duró, un economista que ha sido directivo de diversas grandes compañías ha dedicado estos últimos años a estudiar a la gente que tiene éxito. Nos da su particular versión de la vida y de las motivaciones que tenemos. Es una conferencia brutal. De lo mejor que he visto y he visto muchas.


Hay datos que no son del todo exactos y hay pequeños detalles en lo que no estoy del todo de acuerdo pero cuenta unas cuantas cosas muy ciertas y muy reales y nos da un toque de atención sobre los hábitos que tenemos que cambiar para poder sentirnos mejor.

Dura casi dos horas pero os aseguro que merece la pena sentarse tranquilamente a verlo.


Emilio Duró: Optimismo e Ilusión