Super-Hábitos

Tanto si se quiere, como si no, el hábito es lo mejor que existe para hacer al monje. – José Saramago (El Hombre duplicado)- 



A lo largo de nuestra vida vamos estableciendo una serie de hábitos que nos permiten afrontar el día a día de una manera determinada y que al final, condicionan de una u otra manera nuestro bienestar general. Tendemos a realizar de manera rutinaria esas “costumbres”.

Nuestro cerebro intenta, al realizar alguna acción, gastar la menor energía posible. Y, ¿qué le supone menor gasto de energía? un hábito ya establecido; el cual, después de haberlo repetido la veces necesarias, nuestro cerebro ha establecido las conexiones oportunas para que no tengamos que pensar en cómo hacerlo. En ese momento hemos establecido el hábito.

Pero no todos los hábitos son iguales. Existen los hábitos que hemos adquirido que pueden mejorar ciertos aspectos de tu vida o tu trabajo o que nos ayudan a afrontar ciertas acciones o situaciones de una manera más eficaz pero que no son significativos, es decir, que aunque no los tuviéramos arraigados y tuviésemos otros diferentes para llegar al mismo objetivo, no supondría ningún cambio vital.

Por otro lado están los SUPER-HÁBITOS. Los super-hábitos hacen que tu vida cambie de manera significativa si los adquieres adecuadamente. Son esas acciones, que en algunos casos parecen pequeñas, pero que tienen un impacto brutal en tu vida, en cómo te hacen sentir.



Algunos ejemplos de SUPER-HÁBITOS serían:

  • Hacer deporte o pasear diariamente.
  • Al levantarte, ocupar tus primeros 30 minutos en hacer yoga o estiramientos o simplemente a relajarte.
  • Llegar 10 minutos antes al trabajo.
  • Dormir 8 horas diarias (o el máximo que puedas).
  • Practicar mindfulness.
  • Dedicar una hora diaria para ti.
  • Desayunar sano y abundante todas las mañanas.
  • Leer, leer, leer.
  • Jugar con tu hijo todos los días.
  • Conducir más lento.
  • Apagar el teléfono.
  • No leer la prensa, ni ver las noticias en TV.
  • Escribir, dedicar un tiempo a la semana a escribir.
  • Etc.
Estos son sólo algunos ejemplos. Hay infinidad de ellos, tantos como personas. Porque cada uno es único para cada persona.

Cada uno tiene sus propios SUPER-HÁBITOS, pero hay algunos que todo el mundo debería adquirir y os aseguro que os cambiarán, a mejor. Lo que para uno no supondría gran cosa para otra persona puede que sea algo imprescindible para su desarrollo personal. Pero para que lleguen a ser super-hábitos tienen que ser algo que cumplas a rajatabla, sin excepciones, que los establezcas como una manera de vivir, que los integres dentro de tu estilo de vida; sólo así se convertirán en algo que cambie tus sensaciones, tu estado de ánimo, tu energía.

EJERCICIO: Te invito a que identifiques en tu rutina diaria, esos super-hábitos. ¿Los tienes? Si es así, enhorabuena, mantenlos y poténcialos. ¿Puedes adquirir otros? Hazlo. Elige un super-hábito, o cambia uno que no te aporta nada e interiorízalo, haz que cambie algo. Haz que suceda. Make it happen.

Un abrazo.
Carlos,