Los periodos de desconexión forman una parte fundamental de un estilo de vida con un alto desempeño y deben servir para lograr un equilibrio vital adecuado y un rendimiento personal y profesional óptimo. Si tienes 4 días libres y estás pensando cómo aprovecharlos para descansar, recargar pilas, rebajar los niveles de estrés y volver al equilibrio, esta guía te ayudará a conseguirlo.
Podemos distinguir dos formas de hacerlo. Una, implica realizar actividades de ocio, como viajar, practicar deporte, salir con los amigos, leer, ir al cine, y miles de actividades que nos distraen de la rutina habitual. Éstas nos ayudan a desconectar por unos momentos, nos ayudan a motivarnos, nos hacen pasar buenos ratos y son como un bálsamo para el día a día. Además de ser muy beneficiosas y necesarias para mejorar nuestro bienestar social, nos sirven también para, por ejemplo, mejorar nuestros vínculos con amigos, pareja, hijos y familiares o para, simplemente, mantenerlos vivos.
Por otra parte, está la manera de aprovechar esas vacaciones para hacer un plan de desconexión, relajación y revitalización personal que implica otra serie de actividades y de no actividades encaminadas a la recuperación de la energía y equilibrio personales después de una época o un periodo de alto grado de tensión, trabajo, esfuerzo físico y/o mental o situaciones díficiles que requieren una recuperación más profunda. Esta segunda manera de deshacerse del estrés acumulado y volver al estado natural de máxima energía es algo que en general se pasa por alto, no se realiza correctamente o se confunde con la primera.
Por eso debes crear tu propio plan de revitalización. Si quieres mantener un estado de salud, físico y mental, que te permita mantener esa energía diaria en niveles máximos y de esta manera poder mejorar tus niveles de productividad personal y poder afrontar de una manera más equilibrada todas las obligaciones y dificultades de tu día a día, deberías establecer este periodo de revitalización o 'reset', al menos, una par de veces al año.
Plan de 4 días para una revitalización eficaz
Esto no se trata solo de desconectar con un viaje de fin de semana con la familia a la montaña. Esto va algo más allá; es una recarga de energía total. Es un complemento a las diferentes acciones que tienes que hacer durante tus días para mantener el equilibrio exacto y que tu vida no se desmorone por el estrés acumulado. Esto es un bálsamo que bien hecho te va a permitir continuar en condiciones óptimas.
Cuatro días mejor que tres. Dos es insuficiente para lograr una recarga total pero sirven para hacer un descanso útil. Si no dispones de todos estos días libres en algún momento del año, tienes un problema.
Hay ciertas cosas que debes tener en cuenta:
- No es para todos. Es más, la mayoría de la gente no lo hace correctamente o no lo entiende
- Requiere compromiso por tu parte.
- Es fácil, muy fácil.
- Puedes amoldarlo a tus circunstancias. Debes hacerlo.
- Es posible que te llegue a aburrir, lo sé, de eso se trata,
- Puede que te sientas incomodo en algún momento, también lo sé, no estás acostumbrado a este ritmo tan lento.
- No sigue unas reglas cerradas, no es un plan, perdería el sentido. Solo son unas pautas que ya sabes pero que no recuerdas.
- Puedes seguir todas las recomendaciones, o casi todas o una sola. Depende del grado de implicación que desees.
- Seguro que querrás incluir más cosas una vez que lo hayas experimentado.
- Es sentido común. Nada más.
Pilares de la desconexión efectiva
- Descanso. No me cansaré de repetirte que el descanso adecuado es el pilar fundamental de alto rendimiento. Más allá de la mejora de tu productividad personal, tus capacidades, tus habilidades, la generación de recursos o tu formación. Es el principio, el pilar fundamental. Un plan adecuado de revitalización requiere, obligatoriamente, (no me gusta la palabra obligatorio pero esto lo es), un descanso adecuado y suficiente. Esto incluye, dormir las horas adecuadas, que están entre 7 y 9. Para estos días acercate más a 9 horas si puedes claro, los que tenemos hijos pequeños sabemos lo difícil que es, pero se compensa algo acostándote antes. Aprovecha nuestra tan querida siesta. Estos días descansa, descansa mucho, excédete en el descanso.
- Alimentación. Cuando tenemos días libres tendemos a descuidar la alimentación. Es algo normal, ya que nos relajamos y nos damos esos caprichos que no hacemos entre semana, comemos fuera, picamos entre horas y demás. Evita las comidas pesadas y el alcohol. Esto hará que tu cuerpo no tenga que trabajar de manera excesiva para procesar los alimentos y así ahorrarás esa energía tan necesaria. Procura comer ligero. Eso si, el darte un capricho puntal, si es lo que te apetece, es hasta recomendable por el beneficio mental y la satisfacción que te genera. Procura que tus caprichos sean lo más saludables posibles. Nada que ya no sepas. Sentido común, ¿no es así?
- Ejercicio. Puede que estés pensando no incluir hacer deporte en tu plan de recarga de energía. Por que claro, si haces ejercicio te cansas. Es un error. En estos días, mantén tu rutina de ejercicios habituales, pero no incluyas ningún entrenamiento o competición que haga traspasar tus umbrales de esfuerzo ya que si no tu cuerpo estará gastando más de lo que queremos e irá en contra de lo que pretendemos. Puedes exigirte si así lo quieres pero dentro de unos límites. No es el momento de hacer esfuerzos intensos. La recuperación de estos entrenamientos puede ir en contra de nuestro propósito de recargar la energía. Consulta con tu entrenador, si lo tienes, para que te adapte el entreno a estos días si lo crees conveniente.
- Desconexión tecnológica. Deja de lado cualquier tipo de aparato como móvil, ordenador, televisión, etcétera. Debes restringir al máximo la información que recibe tu cerebro y las redes sociales, mensajes e internet son, quizá, la mayor fuente actual de ruido que llega a nuestra cabeza. En estos días, CERO tecnología.
- Música off. Parece muy radical siendo un fan absoluto de la música. La música es un excelente motivador y generador de todo tipo de sentimientos; pero cierto tipo de música nos activa y no es lo que buscamos en este momento. Puede servir para relajarnos si es una música suave o invocadora, como el Chill o el lounge o la música especial para concentrarse, siempre instrumental. En Spotify encontrarás cientos de listas con música con un tempo bajo para favorecer la relajación.
- Aire libre. Una buena inyección de aire puro revitaliza el cuerpo, lo oxigena y favorece que nuestro cuerpo funcione perfectamente. Paseos por el monte o lugares alejados ayudarán a esa regeneracíon. Alejate del ruido y la contaminación de la cuidad. Pasa más tiempo al aire libre.
- Cambiar de ambiente. Es fundamental darle aire a tu mente cambiando de lugar. Por eso una escapada es tan provechosa. Debes buscar un lugar diferente al habitual para lograr la desconexión total.
- Leer. Una de las actividades más relajantes que se pueden hacer. Pero ojo, procura no tener lecturas sobre temas relacionados con tu trabajo u oficio o algo con lo que normalmente estés relacionado durante tu día a día ni de temas complejos que requieran gran energía. Lo que queremos es despejar la mente de todos esos temas que requieren de tu atención durante la semana normal y dejar así hueco para nuevas ideas. Leer novelas, lecturas de ocio, hobbies, pasiones u otro tipo de lecturas relajantes deberían ser tu prioridad.
- Leer. Una de las actividades más relajantes que se pueden hacer. Pero ojo, procura no tener lecturas sobre temas relacionados con tu trabajo u oficio o algo con lo que normalmente estés relacionado durante tu día a día ni de temas complejos que requieran gran energía. Lo que queremos es despejar la mente de todos esos temas que requieren de tu atención durante la semana normal y dejar así hueco para nuevas ideas. Leer novelas, lecturas de ocio, hobbies, pasiones u otro tipo de lecturas relajantes deberían ser tu prioridad.
- Mindfulness. Aprovecha para practicar mindfulness o alguna técnica de relajación y/o meditación en mayor medida que en los días normales. Ayudará a calmarte y a resetear tu cuerpo. Complementalo con yoga o sesiones de estiramientos. Tu cuerpo lo agradecerá.
- No hacer nada. Aprende a no hacer nada. Pasa ratos sin hacer nada. Mirando por la ventana o sentado en un banco mirando al infinito. Tumbate en la cama, sin hacer nada; solo tu. Es normal que te cueste al principio pero verás que es un hábito poderosísimo.
Tu plan de desconexión
En base a estos principios básicos, que como ves son conceptos generales de los que has oído hablar muchas veces pero que poco se practican realmente, deberías crear tu plan de desconexión y revitalización. Incluye actividades que creas que te van a ayudar, pero no te desvíes del fin, que es bajar el ritmo de tu cuerpo y de tu mente. Descansar absolutamente. Renovación por dentro y por fuera.
- No hacer nada. Aprende a no hacer nada. Pasa ratos sin hacer nada. Mirando por la ventana o sentado en un banco mirando al infinito. Tumbate en la cama, sin hacer nada; solo tu. Es normal que te cueste al principio pero verás que es un hábito poderosísimo.
Tu plan de desconexión
En base a estos principios básicos, que como ves son conceptos generales de los que has oído hablar muchas veces pero que poco se practican realmente, deberías crear tu plan de desconexión y revitalización. Incluye actividades que creas que te van a ayudar, pero no te desvíes del fin, que es bajar el ritmo de tu cuerpo y de tu mente. Descansar absolutamente. Renovación por dentro y por fuera.
Determina el principio y el final de tu plan. Establece el objetivo y el nivel de profundidad que quieres alcanzar. Visualiza como te vas a sentir. Baja la velocidad de todo lo que hagas. Comienza desde el minuto cero a poner en marcha tu plan. No te salgas de él. No utilices estos días para tomar decisiones, sean importantes o no. No leas los periódicos, ni revistas. Escribe si te relaja.
Hazlo y cuéntame como te ha ido y las dificultades que has tenido. Verás resultados. Con leer esta guía no es suficiente. Implícate contigo mismo. Haz que suceda.
Un abrazo.
Carlos.
Foto: Bossfight.co
Hazlo y cuéntame como te ha ido y las dificultades que has tenido. Verás resultados. Con leer esta guía no es suficiente. Implícate contigo mismo. Haz que suceda.
Un abrazo.
Carlos.
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