Rutinas mentales de alto impacto

Los hombres no son prisioneros del destino, sino prisioneros de su propia mente (Franklin D. Roosevelt).

Desde hace muchos meses vengo aprendiendo, desarrollando y experimentando una serie de estrategias mentales para trabajar mi bienestar, mejorar mi capacidad de concentración, ejercitar mi resiliencia, crear recursos para lidiar con éxito los momentos de más alta exigencia y de esta manera, mejorar mi rendimiento, sentirme mejor, aumentar mi sensación de calma con la que vivir de manera más equilibrada y poder así, hacer frente a mis compromisos de manera más eficiente y fluida.


Este hábito de trabajar la mente de la misma manera que ejercitamos nuestro cuerpo para permanecer más resistentes y con una mejor salud, es el gran olvidado. Lograr una salud completa que te permita rendir al máximo con las mejores sensaciones de plenitud, felicidad, buena salud y energía requiere de un compromiso por tu parte de trabajar en un todo que incluye la parte física (ejercicio y alimentación) y la parte mental (mindfulness o meditación, experimentación, desarrollo y aprendizaje). No es fácil, ni rápido.


Para la primera tienes infinidad de posibilidades de desarrollarte. Para la segunda también, pero quizá por desconocimiento, ignorancia, miedo o cualquier otra razón que se te ocurra, no está tan arraigada.



FITNESS MENTAL 

El fitness mental —seguir rutinas y prácticas mentales adecuadas— constante y continuado, creará un impacto positivo brutal en tu vida y en consecuencia en la vida de los que te rodean. Los beneficios de practicar meditación, mindfulness, yoga y otras disciplinas similares están acreditados científicamente de manera más que suficiente como para que deban formar parte de los hábitos diarios de las personas que quieren lograr una mejor calidad de vida, reducción de estrés y mantenimiento —o restablecimiento— del equilibrio mental y emocional.


Entrenas a tu cerebro a ser más consciente y mejoras tu concentración con el beneficio a nivel global que esto supone. Haces trabajar tu mente para conseguir unos resultados que redundan en tu rendimiento personal y profesional, y obtienes unas cualidades mentales que te ayudan a salir adelante con eficacia en la gran mayoría de las situaciones a las que te enfrentas. Eres más capaz.


No solo eso, una correcta rutina de ejercicios mentales te permite estar más despejado, mejorar tu concentración, creatividad y ser más resolutivo en cualquier ámbito. ¿No es eso lo que queremos todos? ¿Por qué no ver si es verdad?



LA PRÁCTICA

Para hablar de estos beneficios me baso no solo en estudios como éste, si no en algo muy importante para mí: Mi propia experiencia. Tras más de seis meses de práctica continuada —aunque menos profunda de lo deseado— de mindfulness, y con tan solo 10 minutos al día, he visto como ha mejorado mi estado mental y personal de una manera casi mágica —pese a mi desconfianza por ignorancia inicial—. Es más, ya noté esa mejora a los 5 días de haber comenzado la práctica; algo realmente impresionante en mi caso. Desde entonces me encuentro más fuerte mentalmente y con mucha más confianza para enfrentarme a cualquier situación que acontezca. 


No solo gracias a la meditación mindfulness diaria sino a las diferentes rutinas y hábitos mentales que he ido implementando en mi día a día a lo largo de muchos años, he conseguido mejorar terriblemente mi estado de calma y concentración y he generado poderosos recursos personales.


Esto no quiere decir que ya no tengo momentos de estrés ya sea en el trabajo o en mi vida personal o que tú ya no vayas a volver a tener altos niveles de tensión, dependerá de muchos factores, ya que esto es inherente a la vida misma. 


No podemos hacer desaparecer estas sensaciones, es imposible, forman parte de nosotros, pero sí que estas prácticas te serán de gran ayuda ya que serás más resistente ante estos momentos y en consecuencia tus niveles serán mucho más bajos.



Estas son algunas de las rutinas que he adquirido y que pueden impactar directa y positivamente en tu calidad de vida también:


1. Miniparadas Mentales Periódicas. Se trata de descansos cortos de inactividad total durante un par de minutos varias veces durante la jornada. Son muy útiles para ayudar a descansar y no saturar. De manera periódica, para toda la actividad y durante uno o dos minutos simplemente no hagas nada. Descansa. Cualquier pensamiento que venga a la cabeza acéptalo y déjalo pasar, cuando pasen esos minutos vuelve a la tarea que estabas realizando. Ayuda a no sobrecargar y a recoger pequeñas dosis de energía a lo largo del día.


2. 10 minutos de Meditación Zen. El superhábito que ha supuesto un cambio sustancial en mi cuerpo y mente. La práctica de tan solo pocos minutos de mindfulness, en este caso en forma de meditación Zen o Vipassana, centrando tu atención en un punto, tu respiración por ejemplo, sin intentar cambiar nada ni juzgar pensamientos, sensaciones o emociones. Solo concentrarse en un punto.


3. Escaneo Corporal Micro. Es otra de las técnicas utilizadas en mindfulness. El escaneo corporal consiste en recorrer mentalmente cada zona de tu cuerpo observando las sensaciones, solo observando sin intentar ejercer ninguna influencia en lo que estás notando y sin desear que nada sea diferente. Esos microescaneos que propongo, de dos o tres minutos y centrándose solo en una parte de tu cuerpo —el escaneo corporal que te indica la práctica de mindfulness consiste en pasar por todas las zonas de tu cuerpo— sirven como desconexión rápida en un momento dado para reconectar contigo y volver al presente en momentos de tensión, saturación mental o simplemente para darle un descanso a tu cerebro.


4. Respiración Profunda. Prueba esto: Cuando te sientas abrumado o simplemente para desconectar o solo porque le vas a dar a tu cuerpo un 'chute' de energía, toma aire profundamente y expúlsalo lentamente concentrándote en la inspiración y en la espiración, recuerda hacer una pequeña pausa después de la inspiración antes de expulsar todo el aire de tus pulmones. Hazlo 5 veces y ponte en marcha de nuevo. Oxigenarás tu cuerpo y te sentirás mucho mejor al terminar.


5. Caminar Conscientemente. Cuantas veces habrás llegado a un sitio sin recordar ni el más mínimo detalle de por dónde has pasado, absorto en tus pensamientos y recogido en tus emociones. El ser consciente mientras caminas, de cada paso, del viento, de la temperatura, de los edificios, de la gente con la que te cruzas. Es una manera de caminar consciente y enseñarle a tu mente a concentrarse más en la acción y menos en tus pensamientos. Te genera un estado de calma y bienestar magnífico.


6. No Lucha. Una rutina que una vez que la he comprendido y he conseguido llevarla a cabo de manera satisfactoria, no me ha traído más que beneficios instantáneos. Califico la no lucha como un superhábito altamente impactante. El permanecer impasivo y observante ante los pensamientos que te generan malestar es algo francamente difícil. Puedes aprender, practicando la no-lucha, a que esos pensamientos o sensaciones que te generan estrés, ansiedad, miedo, rechazo, ira, queja o malestar dejen de afectarte de manera negativa para pasar a a ser simplemente pensamientos. Debes observarlos como son, simples pensamientos y nada más. No tienes que luchar contra ellos ni querer hacerlos desaparecer, eso es imposible. Obsérvalos sin juzgar, hazlos neutros y desaparecerán o no, pero no serán poderosos y no tomarán el control, tú lo harás.


7. Detox Mental. Acabo de terminar hace unas semanas una práctica de 10 días de Detox Mental que realizo periódicamente —pero menos de lo que me gustaría y que me sirve para hacer descansar mi cerebro de la cantidad de información que recibimos diariamente y, de este modo, evitar la saturación mental. Cada día estamos bombardeados por una gran cantidad de información que nuestro cerebro tiene que procesar: trabajo, informes, lecturas, internet, redes sociales, lecturas, periódicos, you tube, televisión, revistas, blogs, música, tareas y responsabilidades familiares y personales, etc. En cierta manera anhelamos esas vacaciones donde desconectar de todo y dejar que nuestra mente descanse. Pero quizá estar esperando esas merecidas vacaciones no hace más que acrecentar nuestro nivel de estrés. El realizar pequeñas desconexiones a lo largo de todo el año te pueden proporcionar un nivel de energía constante a lo largo de todo el año y así rendir de manera adecuada todo el tiempo. Evitas también saturaciones y consigues unas vacaciones mentales sin necesidad de ir al caribe. ¿Te apuntas?



EMPIEZA

Que la falta de tiempo no sea la excusa para no practicar o comenzar algún tipo de rutina o ejercicio mental para elevar tu bienestar a otro nivel. No se trata de si eres más o menos espiritual, esto no tiene que nada que ver con creencias religiosas o de otro tipo. Esto tiene que ver con el estilo de vida que quieres adquirir para vivir a un nivel superior al que tienes ahora. Se trata de sentirte mejor por ti y para ti.


Vivir con la más alta calidad de vida es posible y alcanzar un rendimiento personal y profesional óptimo que te permita vivir más —no solo en sentido temporal sino de amplitud—  y sobre todo mejor, está al alcance de tu mano estableciendo entre tus rutinas vitales nuevos hábitos saludables y que impactan de manera notable en tu experiencia vital —Superhábitos—, como pueden ser rutinas de fitness mental que ejerciten tu cerebro; así como eliminar las malas prácticas mentales que te llevan por camino contrario.