Como todos los años por estas fechas me siento a reflexionar sobre cómo ha ido este año. El propósito no es otro que hacer un repaso mental de todo lo que ha ocurrido durante estos doce meses. Recopilar aprendizajes, éxitos y fracasos y poner en perspectiva aquellos asuntos que han ocupado mi tiempo y mi mente para, sobre todo, aprender. Es un ejercicio de autoconocimiento que me ayuda a poner rumbo de nuevo hacia donde quiero ir o por lo menos enderezarlo para no estrellarme contra ningún iceberg invisible.
Una pequeña parte la reflejo aquí, en este resumen anual, pero la mayoría la reservo para mí. Una reflexión personal que hago durante alguna sesión de journaling, al que vuelvo muy a menudo para volcar mis pensamientos y vomitar ideas y asuntos que no puedo resolver. Es un hábito que recomiendo. Te ayuda a centrar tu presente y a no perder el rumbo.
En febrero empezó la guerra de Ucrania. Rusia invade este país y todo se va al carajo. Los precios de la energía suben, la inflación se dispara y como siempre, los humanos de a pie somos los que notamos las consecuencias. Mucha gente lo está notando, pero más lo notarán con la subida generalizada de las hipotecas y demás.
El comienzo de año fue difícil y con falta de energía que fui recuperando poco a poco gracias al descanso.
En lo personal, como siempre, ha habido momentos para todo. He podido disfrutar de mi familia que al fin y al cabo es lo mas importante. Este año me he adentrado a conocer un poco el mundo de los NFTs. La conclusión es que no es para mí. La tecnología blockchain es algo grande y será muy útil en el futuro, pero el presente es que no está al alcance de todos y es algo difícil de entender para la mayoría. Por eso la burbuja de estos activos acabó explotando y no se ha desarrollado tal y como parecía. Esto va unido a todo el mundo de las criptomonedas, un mundo muy volátil al que hay que acceder, si es lo que quieres, con mucho cuidado y sobre todo conocimiento ya que es un mundo de especulación pura y dura donde tienes, hoy en día, mas que perder que ganar. No perderé mas el tiempo en intentar profundizar y conocer esta nueva tecnología. Al menos de momento.
En lo deportivo, he corrido una media maratón, la de Zaragoza y volví al desierto de los Monegros cinco años después. Nunca defrauda. Pedalear por esos parajes y con ese ambiente es brutal. Me encanta. Por último, cerré el año corriendo la Behobia – San Sebastián junto a Mapi. Una carrera que llevábamos años queriendo correr y que no nos defraudó. El ambiente es inmejorable. Te pone los pelos de punta. Tanto que ya tenemos hotel reservado para el año que viene.
Pude conocer este verano un lugar maravilloso. Noja, en Cantabria. Un sitio precioso, con unos paisajes naturales espectaculares. También pudimos conocer muchos otros sitios de Cantabria que me enloquecieron. Una tierra extraordinaria.
Tras el verano empecé –más bien, retomé, ya que he empezado infinidad de veces– a meditar diariamente. Me propuse hacerlo, esta vez sí, todos los días. Diez minutos nada más levantarme. Durante un par de meses mantuve el hábito y noté todo su beneficio. Me encontraba más centrado, menos estresado y con más flow. Desafortunadamente desde entonces he meditado de manera intermitentemente, pero sé que en cuanto entre en la senda de nuevo, va a haber un beneficio notable.
Este año he podido vivir nuevas experiencias como comer en sitios espectaculares o conducir un Ferrari y un Lamborgini y aunque no es lo mas importante, me gusta poder tener la oportunidad de vivirlas para poder tener una vida mas rica.
Además, me he convertido en padrino de un niño maravilloso.
Laboralmente ha sido un año duro. Muchas carga de trabajo que he podido sobrellevar con paciencia, dedicación y conocimiento. El año que viene se prevé igual de intenso.
Laboralmente ha sido un año duro. Muchas carga de trabajo que he podido sobrellevar con paciencia, dedicación y conocimiento. El año que viene se prevé igual de intenso.
He podido leer 13 libros. El listado completo aquí.
Descubrimientos del año
Mi año en números
En 2023…
Descubrimientos del año
- Cantabria. Una tierra que merece la pena visitar tranquilamente, recorriendo cada rincón y disfrutando de su paisaje y gastronomía.
- La fiesta Brunch-In. Gracias a mi amigo Javi pude conocer esta fiesta y por primera vez asistir a un festivas de música electrónica disfrutando de Boris Bretja y Anne Clue en Madrid.
- Los artistas WhoMadeWho, Hugo Barriol y Boris Bretja.
- Esto de lo que he escuchado en 2022.
Mi año en números
- 1000 kilómetros corriendo en 88 horas.
- 1112 kilómetros en bici.
- 13 libros leídos.
- 3 artículos en el blog.
- 3 carreras, dos corriendo y una en mountain bike.
- 219 días de trabajo.
En 2023…
- Maratón de Zaragoza en abril.
- Reducir inputs. Menos de todo.
- Empezar a escribir mi libro.
- Vivir más Zen.
- Reducir mi nivel de efectividad al 80%. Lo que me hará poder trabajar más relajado.