Menos es más. La simplicidad como hábito en el trabajo y en la vida

Se debe hacer todo tan sencillo como sea posible, pero no más sencillo. -Albert Einstein.

El universo tiende al máximo desorden (segundo principio de la Termodinámica). Como él, todo nuestro mundo tiende a ganar complejidad y a acumular cosas que no necesitamos. Simplificar tus métodos de trabajo es una de las mejores cosas que puedes hacer para incrementar tu eficiencia.




Nuestra tendencia natural nos hace crear entornos de trabajo y de vida más complejos. Creemos, erróneamente, que más complejo significa mejor. Si adoptas un modo de trabajar basado en simplificar las cosas notarás los beneficios mentales rápidamente.

Simplifica tus acciones

Te invito a que reflexiones sobre cada uno de los procesos que forman parte de tu día a día. Comienza si quieres por tu trabajo y pasa después al resto de tu vida. Haz la siguiente pregunta:


¿Realizar esta tarea es absolutamente necesario? Si es que no, es simple, deja de hacerla. A veces trabajamos más por inercia y pensando un poco vemos que muchas tareas periódicas y comunes no aportan valor y son fácilmente prescindibles.


¿Puedo optimizarla de tal manera que conlleve menos tiempo? Piensa y establece un método diferente de hacerlo. Por ejemplo, cambia el orden de las acciones o hazlas con otra herramienta, etc....


Estas reflexiones te aportarán una información valiosa sobre cómo trabajas y te ayudarán a implementar nuevos hábitos y métodos para logran una mayor productividad o un menor estrés o ambas -normalmente van unidas-.


En mis revisiones semestrales incluyo una parte en la que analizo mi trabajo y todas las tareas que realizo. Si veo alguna con la que no estoy lo suficientemente a gusto intento buscar una nueva forma de hacerla. Con esto he conseguido crear métodos personales para realizar tareas específicas con los que he ahorrado tiempo y he conseguido producir más trabajando mucho menos.


Simplifica tu entorno

Otra manera de simplificar tu mundo es simplificar tu lugar de trabajo y las herramientas que utilizas. ¿Tienes el cajón lleno de bolígrafos de todos los colores? ¿Tienes repetidos útiles de trabajo que no utilizas? ¿Tu mesa está llena de objetos, bandejas y artilugios que no has utilizado en años?


Da un repaso a tus lugares de trabajo. Quédate con una unidad de cada herramienta que utilices y sólo uno. Un bolígrafo azul, uno rojo, uno negro, unas tijeras, solo las bandejas necesarias, una libreta si solo necesitas una, una pila de post it, etc...Simplifica, elimina o guarda convenientemente el resto del material que no utilices o lo hagas cada mucho tiempo. Optimiza tu espacio de trabajo para crear un ambiente minimalista que te inspire a crear, a trabajar y solo a eso.


Ganarás en claridad mental, relajación, creatividad, paz y concentración. Tu productividad se verá incrementada de manera indirecta y tu bienestar también. Es el milagro de simplificar.


Simplifica tus necesidades

¿Necesitas todo lo que tienes o todo lo que quieres? Darse un capricho de vez en cuando es bueno mentalmente. Son recompensas que te das a ti mismo y te ayudan a seguir motivado, son como un reconocimiento personal al esfuerzo diario.


Pero las necesidades de las personas para ser felices son muy básicas. Podrías vivir plenamente feliz sin la mayoría de lo que posees. Para ser feliz solo hace falta tener las necesidades básicas cubiertas. Una vez que las tienes no ganarás felicidad por poseer más. Tu felicidad se verá mantenida o aumentada gracias a tus motivaciones internas, ya sean laborales, de autorrealización o de superación personal.


Según la teoría de las necesidades de Maslow, nuestras motivaciones siguen el flujo de abajo a arriba de la siguiente pirámide:





En cuanto tenemos las necesidades del nivel inferior cubiertas, nuestra motivación se centra en conseguir las necesidades del siguiente nivel. Si te fijas, estas necesidades no tienen nada que ver con tener más o poseer una u otra cosa.


Revisa tus valores y tus necesidades personales y adecua tu forma de ser y actuar para conseguir que tus objetivos principales se alineen con tus necesidades. Esto no resulta fácil claro está, pero solo con tener claro que simplificar tus necesidades te dará mayor valor personal, solo con eso, te sentirás más libre, menos presionado y tu estrés vital disminuirá exponencialmente.



Menos es más.


Simplificar como filosofía

Cuanto más simple lo hagas mejores resultados obtendrás. En general es una teoría que he refutado personalmente. En todos los aspectos busco la manera más simple de realizar las cosas para poder llegar a mi objetivo pero no tan simple como para que no sirva para nada. El grado justo de simplicidad es una línea que debes marcar tu y que se aprende con la experiencia.


Simplificar al máximo tu método de productividad personal es algo que debes perseguir para poder ser más eficiente pero no lo simplifiques tanto que no te sirva para nada porque corres el riesgo de dejarte cosas por el camino con lo que tu método dejaría de ser válido.


Utilizar las menos bandejas de entrada posibles para recopilar todas tus notas, tareas, ideas, papeles, etc denota un alto grado de productividad pero simplificarla de tal manera que en algún momento te encuentres sin recursos como para poder recopilar algo, es un error que hará que falles.


 Por ejemplo: como solo utilizas una libreta y no la puedes llevar a todos los lados encima, en algún momento puntual que no la lleves no eres capaz de tomar esa nota o anotar esa idea que has tenido. Esto es simplificar demasiado.


La vida puede llegar a ser lo suficientemente compleja para que aun encima la compliquemos nosotros de una manera innecesaria.


5 formas de simplificar


  • No tengas tarjeta de crédito. Solo de débito y dos máximo.
  • Tira lo que no vale. No lo guardes ¿Para qué?
  • Céntrate en pocos objetivos a la vez.
  • No leas los periódicos.
  • Utiliza solo 5 o 6 carpetas de archivo en tu correo electrónico.
  • Exprime la vida útil de los objetos hasta que ya no den mas de si y los tengas que cambiar, en vez de adquirir otro antes.

Feliz verano.
Un abrazo.
Carlos.