V Night running Medular Sport

Si entrenas tu mente para correr, todo lo demás será fácil -Amby Burfoot-


Como cada año en septiembre, no podía faltar  a la cita de la V night running Medular sport, una carrera nocturna organizada con pasión por Kiko y Araceli, regentes de la tienda de deportes de Alfajarín (Zaragoza) que da nombre a la prueba.

Este año el recorrido sufrió una modificación sustancial, además de incorporar una tercera carrera, la night running woman de 4 kilómetros, no competitiva que tuvo una gran acogida (en la cual, por cierto, entró en primer lugar mi mujer, Mapi (@mapixula)).

Las dos pruebas de las que consta la carrera eran la 3K y la 10 k, en las cuales se realizaban 3 y 10 subidas a la Ermita Virgen de la Peñapor las escaleras, (cada vuelta aproximada de 1 kilómetro) que le daba una dureza especial. El recorrido bonito pero duro, sobre todo para los valientes que participaron en la prueba más larga.

A las 20:00 se dio la salida a la night running woman . A las 20:40 aproximadamente la otras dos pruebas conjuntamente.

La salida fue neutralizada hasta el comienzo de la subida a la Ermita donde se dio la salida oficial. Enseguida los más fuertes tiraron en cabeza en el comienzo de la primera subida. Yo andaba sexto o séptimo. La primera ascensión no se hizo del todo dura pero me puso el corazón a tope y las piernas  calientes.

Se agradece el ambiente de la gente animando durante el recorrido mientras vas subiendo. Una vez terminas las escaleras, piensas que esto ya ha terminado pero no, sigues subiendo por cemento y aún queda la última cuesta que te hace sufrir y darlo todo.

Después de esto, la bajada, por asfalto, rápida y muy pronunciada. La verdad es que en un circuito tan pequeño no tienes noción de en qué posición vas, si te han adelantado muchos o has adelantado a alguien y más corriendo juntas las dos carreras, aún así lo importante es disfrutar corriendo de noche y en un circuito diferente.

Encaré la segunda vuelta con las pulsaciones a tope, poco a poco iba superando los escalones cada uno más duro que el anterior, intentando mantener el ritmo, << ¡qué duro!—pensé.

Llego arriba de nuevo, extenuado y pensando << ¿aún tengo que subir otra vez?>>. Pero enseguida cambié ese pensamiento negativo por otro positivo, << ¡sólo queda una!—repensé.

En esos momentos la actitud es lo que te hace continuar. En los momentos de sufrimiento no corren las piernas, corre la cabeza.

Bajada rápida y encaro de nuevo las escaleras. Durante la última subida me adelantan dos corredores pero los mantengo a  4 o 5 metros. Tengo que andar el último tramo de subida, se me hace dura (las escaleras no son mi fuerte). Ya arriba sólo queda bajar y correr el último tramo de unos 400 metros llanos. 

Me coloco detrás de ellos, bajamos rápido, veo que van muy justos, a mí me queda un puntito y decido probar, ataco y me marcho, no me siguen,  <<así gano dos puestos—pensé.
El último kilómetro me sale a 4:21. Cruzo la meta en 20 minutos exactos para 3,41 kilómetros y unos 150 metros de desnivel. 

Para cómo iba preparado a subir escaleras y que no soy muy rápido, muy bien y muy contento. Una bonita experiencia. Al final y gracias a este último adelantamiento, acabo 10º absoluto y 3er clasificado local.

En este tipo de carreras pequeñas que se organizan casi sin medios hay que agradecer a todas las personas que lo hacen posible. En primer lugar a Kiko y Araceli, los organizadores, siempre intentan sacar la carrera adelante rascando participantes de aqui y allá e innovando para conseguir el objetivo. Lo más fácil hubiera sido no realizarla pero si realmente quieres algo pones todo para conseguirlo, por eso merece la pena participar. Un carrera pequeña pero que ya lleva 5 ediciones.

En segundo lugar a los voluntarios. Sin esa colaboración desinteresada sería imposible organizar una prueba. Fui partícipe el año pasado y volvería a repetir, sin duda. Bravo.

Si más, nos vemos en Salou dentro de poco más de un mes.

Un abrazo.

Carlos.